Intérpretes y traductores son ambos profesionales de la comunicación. Es el canal que cada uno utiliza lo que diferencia una disciplina de otra.
Un intérprete trabaja la comunicación verbal: se encarga de comprender lo expresado en su lengua original, captar su sentido y sus matices y expresarlo fielmente de forma oral en otra lengua.
Por el contrario, un traductor trabaja la comunicación escrita: realizan el mismo trabajo, pero sobre textos escritos.